Cuando te des cuenta que todo trabaja para tu bien estarás claro de que a Dios le pertenece la batalla y no podrás dejar de pensar otra cosa. Todo le pertenece a Dios y si tan solo nos recordamos eso sabríamos, que todo trabaja para esa Magna Presencia de Vida.
Reinos, fortunas, territorios y monedas tienen administradores pasajeros que suben y bajan de un momento a otro sin rienda ni sentido de la Verdad Metafísica de la Vida; su temor radica en ser un día reyes y otro día peones. Hay un dicho comúnmente repetido que dice que "nadie sabe para quien trabaja" pero la realidad es que todo trabaja para Dios y Dios es el Bien Supremo. Cuando te des cuenta que todo trabaja para tu bien estarás bien claro de que a Dios le pertenece la batalla y no podrás dejar de pensar otra cosa. Este pensamiento es tan poderoso que nada puede oponérsele, no hay bandos ya que Dios es la Única Presencia, la Única Actividad y el Único Poder. A Dios le pertenece la batalla y todo trabaja para tu bien. Puedes decretar: A Dios le pertenece la batalla; la Amada Presencia “YO SOY” lo domina todo. Román R. Calápiz agosto 2015 |
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Abril 2021
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