https://ift.tt/2QgOMrp
El “PLAN DIVINO DE PERFECCIÓN” es el cumplimiento de la VOLUNTAD DE DIOS para cada uno de nosotros, de lo que vinimos a hacer en la Tierra, que puede ser la vocación de nuestra vida, la cual podemos ejercer como una profesión. Cuando lo realizamos de tal manera, esto nos llena de completa gratificación, haciéndolos vivir como si estuviéramos en “El Cielo”, enviando bendiciones a toda la vida.
Cuando encarnamos por primera vez, en las inmediaciones del Gran Teton, vivíamos de acuerdo al “Plan Divino de Perfección”, que es la manifestación de cada una de las virtudes de los Siete Rayos: Rayo Azul: Vivir bien, con todo lo bueno que Dios desea para nosotros; y si se desea, ser un buen y justo director y gobernante. Rayo Dorado: Ser inteligentes, estar enterados de todo lo que hay que saber y de lo que sucede, para no cometer errores; y si se quiere, ser un excelente maestro o pensador. Rayo Rosa: Amar y ser amados; andar siempre rodeados e irradiando amor a las personas con que tratamos; ser una madre, padre o compañero participativo y amoroso; y si se lo desea, ser un excelente relacionista público, secretaria o voluntario de alguna actividad. Rayo Blanco: Andar siempre hermosos, elegantemente vestidos y con el ánimo en alto; y profesionalmente, poder ser artistas, creadores de bellas formas, ya sea como pintores, escultores, estilistas, arquitectos, actores, dramaturgos o bailarines. Rayo Verde: Vivir saludables, sin enfermarnos nunca, con completa felicidad; y si se quiere, ser médicos o científicos, realizando una labor social de beneficio para la comunidad. Rayo Oro-Rubí: Andar siempre prósperos, con la provisión de toda cosa buena, con el total de nuestras necesidades cubiertas, con suficiente dinero para todos nuestros gastos; y si se desea, ser economistas o administradores. Rayo Violeta: Vivir libres de toda atadura y de hacer las cosas que no nos gustan y causan infelicidad; libres, tanto para nuestro bien como para el de las “corrientes de vida” que nos rodean; y si se quiere, ser Sacerdotes o Sacerdotisas de Zadkiel.
EL PLAN DIVINO DE PERFECCIÓN lo trajimos incorporado a nuestra “Corriente de Vida” desde que vinimos a la encarnación por primera vez, en el Gran Teton. Se renueva cada vez que nacemos, y está determinado y grabado en nuestro cuerpo más sutil, que es nuestra “Presencia Yo Soy”, donde solo existe el BIEN; de allí se proyecta a nuestros vehículos inferiores, y aparece en nuestra mente y sentimientos como vocación. Cuando estamos haciendo algo que no queremos, no nos gusta, nos desarmoniza, nos amarga o no nos conviene, eso no es nuestro PLAN DIVINO DE PERFECCIÓN, no es lo que nos toca realizar en la vida y no tenemos porqué hacerlo.
La Voluntad de Dios es que nuestra vida, lo que hacemos, nuestra profesión, estén determinados básicamente por el PLAN DIVINO DE PERFECCIÓN. Esto hace que se cumpla en nosotros el “CONCEPTO INMACULADO” que tenemos como “Designio Divino”, en cualquier situación, lugar, cosa y en todo lo existente. El “Concepto Inmaculado” puede ser sostenido y manifestado a través de nuestra mente y sentimientos.
![]()
Extraído del Libro “El Cielo”, de Rubén Cedeño.
|
Centro MetafísicoTodo acerca de la Curación Metafísica para tener un bienestar integral, para tener una larga, plena y buena calidad de vida. Archivos
Mayo 2023
Categorías
Todo
|