https://ift.tt/3bXkrbB
Una persona que es factor de división entre grupos, religiones, partidos políticos o miembros de su familia, no puede quejarse y pedirle a Dios que no haya guerra dentro de su entorno, de su país, ni que exista unidad entre sus miembros, porque él mismo es el causante de lo que sucede; por lo tanto, es un absurdo que se queje y rece por la paz y la unidad que él mismo, con sus acciones, quebranta.
Toda persona, antes de quejarse y orar por la unidad, que primero vaya y se reconcilie con el grupo, los partidarios políticos o los miembros de su familia que critica, ha criticado o de los que se ha dividido; que se reconcilie fraternalmente con ellos y, después, que rece; cuando vaya a hacerlo, tal vez ya no le hará falta, porque con su actitud es posible que haya conquistado la paz y la unidad deseadas. De todas formas esto no es fácil y es posible que plantearlo tenga un tinte utópico, aunque nada cuesta probar si funciona, pues si es así, se logrará un gran beneficio personal y social.
La base para el cese de las guerras intestinas dentro de las familias; los núcleos sociales, de trabajo o religiosos; dentro de un país y entre las naciones, y que puede conducir a la unidad, tiene su dave en actuar literalmente como recomienda el Maestro Jesús: “Por tanto, si has traído tu ofrenda al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces vuelve y ofrece tu ofrenda”
Extraído del libro "DK Máster" de Rubén Cedeño
|
Centro MetafísicoTodo acerca de la Curación Metafísica para tener un bienestar integral, para tener una larga, plena y buena calidad de vida. Archivos
Mayo 2023
Categorías
Todo
|